El Hospital Real fue encargado por los reyes católicos tras la conquista de Granada, y construido justo delante de la muralla de la ciudad, donde hubo en la época musulmana un cementerio.
Hospital Real
El propósito original fue el de atender a los enfermos, soldados heridos, pobres y peregrinos que deambulaban por las calles de Granada después de la conquista de la ciudad. Posteriormente paso a funcionar como manicomio y en él estuvo internado San Juan de Dios.
Se escogió a Enrique Egas para levantarlo, y el edificio contiene una mezcolanza de estilos como el renacentista, el gótico y el mudéjar. De planta de cruz griega sobre un cuadrado, en sus ángulos acoge cuatro patios simétricos y se dispone en dos plantas principales, aunque en la zona suroeste se levanto una tercera, que sobresale al exterior con balcones y que se llama galería de los convalecientes.
En la fachada principal podemos contemplar sus cuatro ventanas platerescas muy ornamentadas, que cada una es algo distinta a las demás. Su portada esta hecha con piedra de la Sierra Elvira y es obra de Alonso de Mena.
En ella se aprecian cuatro columnas corintias y adornos de yugos y flechas, además de las estatuas de los Reyes Católicos y sus iniciales, la Virgen y el escudo de armas real, que sustenta el águila de San Juan.
Destacan sus salas monumentales y sus elegantes patios, entre los que destaca el de los mármoles.
Hoy en día acoge el Rectorado de la Universidad de Granada, que fue fundada por el nieto de los Reyes Católicos, el Emperador Carlos V, del que hay una estatua en el centro de uno de los patios.