Otro edificio que destaca y puede gustarnos visitar es el Palacio Episcopal, residencia del Obispo de la isla.
El Palacio Episcopal
Inicialmente la casa del Palacio Episcopal servía como residencia de los responsables eclesiásticos, lo que era la pavordía. La misma se encontraba junto a la parroquia de Santa María, y en la misma calle que llevaba a acceder a la Almudaina, que hoy es la calle de la Soledad.
A finales del siglo XVIII, el edificio comenzó a usarse como residencia episcopal, al mismo tiempo que se acondiciono y amplió con nuevas dependencias.
Fue entonces cuando se levanto el piso superior del Palacio Episcopal, y una escalinata que se hallaba adosada a la muralla del castillo, y que servía para poder subir a dicha planta.
Algunas de las antiguas dependencias se usaron como almacenes, y todavía se conservan en la actualidad.