Ubicada en plena bahía frente a la ciudad de Ámsterdam, se erige la imponente e importante Estación Central.
Estación Central
Diseñada y construida a finales del siglo XIX de mano del arquitecto P.J.H. Cuypers y A.L. van Gendt, el primero de ellos también es el artífice del gran Rijksmuseum, de hay su palpable parecido.
El edificio da la cara a la urbe y nos sirve de punto de partida y de llegada para todos los viajeros, que llegamos o partimos hacia el aeropuerto en tren, o partimos hacia otros puntos en ferrocarril, ya que la Estación Central es un importantísimo nodo de la red ferroviaria holandesa.
El lugar escogido para su construcción fue un gran acierto, aunque en sus comienzos sufrió no pocas críticas, sobre todo por tenerse que cerrar el embarcadero en Damrak, el viejo puerto. Pero el estar emplazado frente a la misma ciudad a tan sólo unos metros, da una imagen amable y cercana al viajero al salir de la misma, y encontrarse casi de repente en pleno Ámsterdam.
Al igual que la mayoría de grandes edificios de la ciudad, esta apoyado en miles de pilares de madera, casi nueve mil en este caso. Por ella transitan miles de personas diariamente, por sus muchas vías y andenes.
Otra gran impresión que sentiremos al salir de ella, es la inmensa cantidad de bicicletas que hay, sobre todo debido al inmenso parking que hay muy próximo a ella, y al elevadísimo uso que se hace de ella en Ámsterdam.
Si así lo deseamos, podemos alquilar una en la misma estación y comenzar nuestra visita pedaleando. También parten de este lugar muchos de los tranvías que recorren la urbe.