Otro lugar imprescindible en nuestra visita a Lisboa es el famoso Castillo de San Jorge.
Y es que el Castelo de São Jorge como se llama en portugués, es todo un emblema de la capital del país, porque destaca en la vista panorámica de la ciudad, al estar ubicado en lo alto de la colina del mismo nombre del castillo.
Se levanto durante el s.V en época de los visigodos, posteriormente ha sufrido a lo largo de la historia algunas modificaciones, como el aumento del conjunto que construyeron los árabes y otras más.
Su etapa de mayor importancia la vivió en los siglos XIII, XIV, XV y XVI cuando fue residencia oficial de los reyes de Portugal.
Hay que dedicarle tiempo a esta visita, es un recinto en el que podemos dar un paseo admirando sus torres, el propio castillo de San Jorge, su museo y las maravillosas vistas que obtenemos desde este punto.