En pleno Barrio Rojo se halla la gran iglesia vieja de Ámsterdam, que se conoce como Oude Kerk.
La Iglesia vieja, Oude Kerk
Se la conoce por ser la iglesia más antigua de la ciudad, y es que este templo se levantó en el siglo XIII en forma de primitiva basílica romana, la cual se reconstruyó durante el siglo XIV. Posteriormente sufrió varias ampliaciones para llegar a alcanzar su aspecto actual en el siglo XVI.
La iglesia fue dedicada a San Nicolás, patrón de los hombre del mar y curiosamente también de los panaderos. A lo largo de su historia ha sufrido saqueos, destrucción de sus pertenencias, e incluso dos grandes incendios, pero a pesar de todo ello, Oude Kerk sobrevivió a todos estos problemas.
Su planta es de cruz, y cuenta con una nave central, varias naves transversales y laterales, y además posee un coro que se encuentra en la prolongación de la nave central. Su exterior es de estilo gótico tardío, destacando sobre el conjunto su precioso campanario, que se corona en una enorme aguja de madera.
En cuánto al interior de la iglesia vieja, cabe decir que los objetos ornamentales originales no se encuentran debido al saqueo y desaparición que sufrieron por parte de los protestantes.
Hay diferentes puntos de interés para el visitante, como son sus viejos órganos, la vista de las bonitas vidrieras, y las antiguas tumbas que acoge con los restos de personajes importantes como la mujer de Rembrandt.
Además, hay que resaltar el artesonado de la nave central, y su recubrimiento de madera de gran antigüedad y hermosura. La Oude Kerk alegra la vista y también los oídos, en las ocasiones en que suena la melodía de su carillón.