De estilo neo-renacentista, el Reichstag o parlamento alemán se levantó en Berlín entre los años 1884 y 1894 de mano del arquitecto Paul Wallot.
Es la sede del Bundestag o parlamento alemán desde 1999, y dicho término es un conjunto de las palabras alemanas Reich (Imperio) y Tag (asamblea). Debido a la terrible 2ª Guerra Mundial el edificio fue gravemente dañado y se tuvo que restaurar terminándose la reconstrucción en 1972.

Varios años más tarde, fue añadido un punto innovador en su arquitectura con forma de cúpula de vidrio, que es un diseño del reputado arquitecto Norman Foster, y que permite la entrada de luz y nos ofrece una llamativa panorámica desde la parte alta del Reichstag.
Debido en parte a esta modernidad, se ha convertido en un sitio muy visitado por los turistas culpa de las magníficas vistas que podemos contemplar.

De la misma forma que la Puerta de Brandemburgo, el Reichstag ha sido testigo de momentos históricos que han marcado la historia, como fueron la proclamación de la República desde una de sus ventanas, o la triste subida al poder de Adolf Hitler.
Cabe recordar que podemos ascender a visitar la llamativa cúpula de forma gratuito y no necesitamos reservar, eso sí es mejor ir con tiempo y paciencia porque suelen darse largas colas para acceder al ascensor que nos sube hasta el bonito mirador.