La Ciudad de Lisboa y el Tajo: y es que esta es una hermosa ciudad que invita a soñar y a dejarse llevar por sus distintos y múltiples encantos, en forma de edificios, plazas, monumentos, callejuelas, y con el valor turístico añadido de que Lisboa además está históricamente unida al gran río Tajo.
Capital portuguesa y su ciudad más importante, su histórica apertura al mar la han convertido en una urbe de claro carácter comercial, además de haber sido durante muchos años capital de un imperio colonial.
Los olores forman parte de su encanto, los aromas a café típico portugués, o al sabroso y tradicional pollo conocido como frango, y así muchos más que le dan un aire singular.
Otra de sus características propias son sus llamativos funiculares y especialmente sus tranvías, además de los famosos azulejos portugueses que decoran muchas de sus fachadas, con un estilo art-déco.
También es una ciudad con viejos restaurantes que enamoran, mientras escuchamos la melodía de un fado a la luz de sus antiguas farolas.