Uno de los lugares más simbólicos de Marrakech, además de ser el centro neurálgico de la medina, es la plaza de Jemaa el Fna.
Plaza Jemaa el Fna
De su nombre no se sabe exactamente su origen, pero en árabe significa “plaza de la muerte”, en referencia a que era el sitio donde se ejecutaba a los infieles, y se ajusticiaba a los delincuentes en tiempos pasados. También se relaciona el término Jemaa, que significa mezquita, a una antigua mezquita almorávide que se hallaba en las inmediaciones de la plaza, y que fue demolida.
Cuando comenzamos a ver la gran plaza de Jemaa el Fns empezamos a darnos cuenta de lo que significa este lugar en la vida de la ciudad, y de lo impresionante que es vivir la experiencia de pasear por ella, mientras funcionan los puestos del mercado o los artistas realizan espectáculos con monos o serpientes.
La fama que la precede se entiende cuando se visita, y se percibe la algarabía y el continuo deambular de ciudadanos y viajeros, que pueblan la plaza noche y día.
Todo aquí nos llama la atención por lo hermoso del entorno, por la singularidad de las personas y de las diferentes cosas que encontramos a nuestro paso, como vendedores de especias o distintos animales, los puestos de comida, especias o ricos zumos de fruta natural, y un largo etcétera.
Cabe decir que la plaza tiene dos caras ciertamente diferentes, la del día y la de la noche, y es que cuando atardece en la plaza de Jemma el Fna los tenderetes de la mañana dan paso a los puestos donde comer comida árabe, y suena la música de los artistas, además de celebrarse diferentes espectáculos de faquires, curanderos, acróbatas o cuenta cuentos.
Cabe recordar que en ocasiones nos van pedir algo de dinero por tomar fotografías.
Lo sentidos advierten una llamativa mezcla de olores, sonidos, colores, sabores, que convierten la vivencia en puro exotismo. Es muy recomendable subir y tomar algo en alguna de las terrazas altas de la plaza, desde donde veremos una perspectiva preciosa, sobre todo por la noche.
Además, podemos cenar o tomar algo en alguno de sus restaurantes o en los puestos. La experiencia de vivir tanto el día como la noche de la plaza de Jemaa el Fna será inolvidable.