Qué ver en la ciudad de Poznan: hay dos castillos que podemos ver y disfrutar aquí que son el castillo real y el imperial.
Por un lado está el castillo real levantado en lo alto de una colina durante el siglo XIII, por el gran príncipe de Polonia Przemysl I. Con el paso del tiempo se incluyó el edificio dentro de las murallas medievales.
Contaba con un gran edificio, varias torres como la de defensa, y algunas dependencias más. Su estructura era de estilo gótico, y sufrió un incendio al igual que la ciudad en 1536. Se reconstruyó ya siguiendo un estilo renacentista, aunque volvió a ser dañado por el diluvio seco y la guerra del Norte.
El castillo real acogió a diferentes soberanos como Casimir “el grande”, así como algunas bodas reales y vivió otros momentos históricos. De la estructura actual destaca un edificio algo clasicista, con unas bóvedas y varias placas que conmemoran distintos eventos como una coronación, un homenaje y una reconstrucción.
Una visita recomendable y que merece la pena además por las vistas de Poznan desde su terraza.
Por otro lado está el castillo imperial que se levanto con piedra en el año 1.910, como tarjeta de visita de la ciudad y se usaba como residencia del emperador alemán. Su estilo es neo románico y el conjunto está formado por su estructura y por partes individuales. Tiene una espectacular fuente de los leones al estilo de la de la Alhambra de Granada.
Resalta de esta su gran torre con el reloj, y su capilla interior. En su historia ha vivido importantes acontecimientos como cuando fue residencia de Hitler durante la ocupación alemana, y durante la guerra fue casi totalmente destruido, y se tuvo que reconstruir pero no tan fielmente a su arquitectura original. En la actualidad es un centro cultural.