Hasta las afueras de la ciudad tenemos que acercarnos a disfrutar del bello Monasterio de la Santa Faz.
Monasterio de la Santa Faz
La historia de este monasterio se remonta allá por el siglo XV, cuando un cura de la pequeña localidad de San Juan de Alicante, viajó a Roma donde le regalaron un valiosísimo y venerado obsequio, que es un lienzo con la faz de Cristo que salvó a Venecia de una peste según cuentan.
Se cuenta que los vecinos del pueblo lo sacaron en procesión y se produjo un milagro, y posteriormente varios más. Por ello los alicantinos realizan cada año, la peregrinación hasta el Monasterio de la Santa Faz, desde hace más de quinientos años.
En cuánto a su construcción a finales del siglo XVII, destaca la portada de este convento de Clarisas hecho según el estilo barroco. Se levantó junto a una Torre de vigía y defensa, que formaba parte de un conjunto fortificado. El conjunto consta de una nave y un crucero, además de una bóveda de cañón y varias capillas.
Su bella y llamativa cúpula que destaca sobre el conjunto exterior, se encuentra cubierta de coloridas tejas vidriadas, que son típicas del estilo arquitectónico levantino.
También es de interés el pórtico de acceso, que es de tres alturas y cuenta con unas hermosas columnas además de una hornacina, así como con varios bajorrelieves de diferentes temas, que aluden a la naturaleza del Monasterio de la Santa Faz.