Ubicado en el extremo occidental de la Acrópolis, nos encontramos el Templo de orden jónico de Atenea Niké.
Templo de Atenea Niké
Aunque Pericles se opuso a ello, se levantó en el siglo V a.C, con motivo de la conmemoración de la victoria sobre los persas, y estaba dedicado a la diosa alada Atenea Nike, que simbolizaba la victoria.
En el interior, se encontraba una estatua de la misma sin alas, que se le habían sido cortadas con el fin que jamás pudiera abandonar Atenas.
El templo fue construido sobre un pequeño espacio donde estaba planificado erigirse. Kalícrates fue el encargado de la difícil labor, y consiguió una obra armoniosa de gran belleza, enclavada en un torreón de los Propileos.
Realizado todo el templo en mármol, presenta en sus dos frentes cuatro columnas jónicas de escasa altura.
Entre su decoración presentaba preciosas esculturas esculpidas en el, y especialmente un friso decorado con emotivos relieves, que representan la lucha de los atenienses contra los persas, ayudados a conseguir la victoria por los dioses Zeus, Atenea y Poseidón.
Resalta el relieve de Atenea cogiéndose la sandalia, gran obra de aquel periodo. El templo fue destruido por los turcos a finales del siglo XVII y se tuvo que reconstruir en XIX.
Su reducido tamaño le aporta un toque diferencial frente al resto de grandes templos.