Aveiro cuenta con una historia que data del siglo X, cuando se la cita por primera vez en documentos de aquella época.
Historia de Aveiro
Se la distinguió con el titulo de villa en el siglo XIII, época en la que la iglesia consagrada a San Miguel Arcangel era el punto neurálgico de Aveiro.
Su historia ha estado siempre ligada al agua, al de la ría y al del cercano océano atlántico que en sus orígenes sí que estaba ubicada en sus orillas hasta que se dispuso en la ribera.
Los canales forman parte importante de su trayectoria histórica, y es que durante siglos el desarrollo de la localidad de Aveiro estuvo íntimamente ligado a las salinas que abundan en la zona, además de la pesca y el comercio, para todo ello se servían de los moliceiros, embarcaciones con las que transportaban la sal, las cerámicas, o el pescado.
Fue el infante Don Pedro quien encargo amurallar la urbe, en el siglo XVI vive Aveiro su mayor época de esplendor por las grandes campañas de pesca en Terranova.
A finales de este siglo se experimenta a su vez una enorme decadencia por quedarse cerrado el puerto al arenarse la desembocadura del río Vouga, que tardo siglos en reponerse de la crisis que este hecho causo.
Ya en el siglo XVIII la ciudad adquiere el rango de ciudad y entrado el siglo XIX al ser sede de la diócesis de Aveiro, obtiene diferentes privilegios y se realizan avances en infraestructuras públicas. De esta forma se consiguió mejorar la vital comunicación entre la ría y el mar a través de un nuevo canal, el central que también logro la nueva apertura y revalorización del puerto de la ciudad.
Al pasear por la ciudad podemos imaginar parte de esa historia por su barrio de pescadores, sus casas blancas, sus estrechas callejuelas que desembocan en la plaza del mercado do Peixe o del pez, y sobre todo navegando por sus canales comprobamos como realizaban sus actividades comerciales y pesqueras.
Desde hace ya unas décadas Aveiro ha sufrió un desarrollo final como ciudad abierta al mundo, con una clara vocación turística que le aporta mucho progreso y vida.