Otro de los encantos de esta ciudad de Marrakech son sus murallas, que se alzan alrededor de la medina.
Murallas de Marrakech
Comenzaron a levantarse a principios del siglo XII por orden de Alí Ben Yusef, hijo del fundador de Marrakech. Se construyeron en adobe, y debido a la tierra con que se hacia éste, ofrecen un llamativo color rojizo, que cambia de tonalidad cuando cae la noche o varía la luz.
Se extienden a lo largo de unos diecinueve kilómetros que servían de defensa de la medina. Cuenta con unos altos muros de alrededor de ocho metros dependiendo de la zona, y disponen de varías bellas puertas por las que se puede entrar y salir de la ciudad antigua.
Con más de una decena de puertas que se denominan Bab, de entre ellas destacan por su belleza la de Bab el Jadid, la de Bab Doukkala o la de Bab el Khemis, entre otras.