Uno de los grandes atractivos de Marrakech son sus zocos, que atraen al viajero por todo lo que nos ofrece.
Zocos de Marrakech
Al zoco normalmente se accede desde el norte de la Plaza de Jemaa el Fna, este se extiende a lo largo de diferentes zocos por verdaderos laberintos de callejuelas, donde podemos encontrar todo tipo de objetos, productos, joyas, comida, y mucho más.
Los zocos se clasifican por los distintos gremios que ofrecen al comprador, múltiples posibles objetos de deseo, o cualquier cosa que a buen seguro nos llamara la atención. Entre los muchos zocos están el de las telas y ropas, el del latón, el del cuero, el de los herreros, el de las lámparas y candelabros, el de los carpinteros, el de las famosas alfombras marroquíes, el de las especias y algunos otros…
Podemos comprar desde una chilaba, una pulsera o colgante, especias, productos de cuero y madera, o incluso un camaleón. Una compra típica si disponemos de espacio son sus bonitas lámparas, o una de las preciosas alfombras que elaboran artesanalmente.
También se venden pomadas medicinales, lociones curativas, exquisitos dulces, cientos de artículos de diferente tipo que llaman la atención del turista, aunque cabe recordar que los mismos habitantes de Marrakech también realizan compras en estos zocos.
En el zoco se antoja bastante complicado realizar compras sin regatear el precio, es la costumbre y siempre nos van a pedir en torno al triple de lo que realmente cuesta algo. La paciencia y el no mostrar demasiado interés por algo, son fundamentales para conseguir llegar al precio ideal de cada producto.
Aunque abren por la tarde, para asegurarnos de ver todos o su mayoría deberemos ir a lo largo de la mañana, además de esta manera si algo nos gusta podemos volver más tarde y es probable que nos rebajen el artículo.
Es una auténtica experiencia adentrase en los zocos, empaparse de su animado ambiente, de sus luces, colores, y siempre encontraremos algo que nos guste como recuerdo o regalo.