Desde la bella plaza del Campidoglio, se accede a los maravillosos Museos Capitolinos de la ciudad de Roma.
Museos Capitolinos
Se crearon en el año 1471, en una de las colinas de Roma, gracias a la donación papal, que se convirtió en tradición, y que llevaron multitud de piezas que fueron conformando sus importantes colecciones de arte clásico.
El Papa Sixto IV fue el que comenzó esta donación con una gran colección de bronces.
El lugar donde encontramos los Museos Capitolinos es muy especial y de gran belleza, y es que la plaza de Campidoglio, obra del magnífico Miguel Ángel es algo mágica. Los edificios que los albergan son el Palacio de los Conservadores y el Palacio Nuevo, que se construyo con posterioridad al primero.
Es uno de los Museos públicos más antiguos del mundo, y contiene seguramente la colección de arte más antigua de Europa. En ellos podemos admirar la mayor parte de los tesoros romanos hallados en Roma.
Entre las excelentes colecciones pictóricas, escultóricas y arqueológicas que se exhiben en los Museos Capitalinos podemos destacar algunos de ellos, como la gigantesca cabeza de Constantino, o el bronce de la loba capitolina, símbolo de la ciudad. También se exponen bustos de filósofos romanos y griegos, además de el galo moribundo que recuerda una gran victoria romana sobre los galos.
Es una visita imprescindible para los amantes del arte clásico, y para todos los que tienen curiosidad por observar múltiples obras de arte romano.