Ubicada en la vía que lleva el mismo nombre de la piazza, la plaza de las quattro fontane es un interesante lugar cercano a la Galería Nacional de Arte Antiguo.
Plaza de las quattro fontane
La piazza fue habilitada a finales del siglo XVI, como cruce de varias nuevas arterias urbanas que se trazaron durante los papados de Sixto V y Pío IV. A la misma se la doto de unas esquinas en chaflán, logrando de esta manera despejar el panorama.
Y como es lógico, debe su nombre al hecho de que cuenta con cuatro bellas fuentes en cada esquina del cruce. Cada una de ellas suministraba agua al acueducto de Acqua Felice, y además adornaba el conjunto.
Las estatuas representan, por un lado dos a los dioses de la mitología Diana y Juno, y las otras dos a los ríos Tíber y Nilo. Llama la atención que es un lugar que suele pasar desapercibido para el viajero, teniendo ciertamente su encanto.
Además de las cuatro fuentes, que hay situadas en las esquinas de la plaza de las quattro fontane con sus correspondientes estatuas, hay varias iglesias que se pueden visitar justo al lado de la plaza, como la de Santa Susana o la de Santa María Della Vittoria, entre otras.
A mi parecer merece la pena visitarla, y poderla fotografiar y disfrutar con cuidado, ya que pasan vehículos por la misma.