Qué ver en Roma: La ciudad eterna es un verdadero paraíso para todo viajero, y es que en Roma los atractivos son tantos que uno esta en continuo deleite de sus sentidos.
Qué ver en Roma
Mientras paseamos por sus callejuelas o visitamos sus innumerables monumentos, mientras bebemos sus frescas aguas de sus abundantes fuentes, uno respira y pisa por donde han acontecido miles de historias y anécdotas, que hacen sentir algo especial por momentos.
La ciudad, capital del Imperio Romano y de Italia en la actualidad, esta situada en una posición casi equidistante entre el norte y el sur del país. En ella se encuentran y fusionan en cierta manera, los distintos espíritus de ambas zonas. Su ubicación se sitúa entre y alrededor de sus siete colinas, en la del Palatino se datan los primeros asentamientos humanos de la zona, y es donde habitó hace miles de años el corazón del Imperio Romano.
Encontramos en ella una convivencia armoniosa de lo clásico y tradicional, con la modernidad y un cierto aire cosmopolita. Hoy es una gran ciudad, única y encantadora, que todo viajero debería conocer y disfrutar.
Para viajar a ella, se puede escoger cualquier momento, si bien la primavera y parte de su verano gozan de temperaturas muy agradables, pero el invierno o el otoño pueden ser un buen momento para acercarse a ella.
En todo momento Roma enamora, y engancha de tal forma que uno quiere y desea volver a viajar a ella, en otro momento de su vida. Es por ello que muchos de los viajeros que acuden a ella, ya la visitaron anteriormente.
Y es que es casi interminable la lista de sitios, monumentos, iglesias, y demás lugares de interés con los que cuenta la urbe que acoge el gran Coliseo, el magnífico Foro Romano, o su mágico Palatino, pasando por sus suntuosos palacios, grandiosas iglesias o sus encantadoras plazas, y otros rincones donde se muestra complaciente su rico patrimonio arquitectónico, artístico y cultural.
Son múltiples sus obras de arte, como la gran Fontana de Trevi, sus ricos museos y galerías con pinturas y esculturas de distintas épocas. El paso de su larga e importante historia se hace notar por todos sus escondrijos.
Perderse andando por Roma es un verdadero placer, los recuerdos que nos deparará nuestra estancia en la gran ciudad eterna, llenaran el vacío que sentiremos al dejarla atrás. Desde que el Imperio romano copo casi todo el mundo, se dice que todos los caminos llevan a Roma, y una vez que alguno nos acerca a ella, querremos volver algún día.