El Teatro de Marcelo fue erigido en la antigua Roma, y es el único de esa época que sigue en pie y en bastante buen estado.
Teatro de Marcelo
Comenzó su construcción Julio César, y lo finalizo Augusto, quien lo dedico a su sobrino Marcelo, en un gesto de piedad ya que falleció prematuramente. Fue uno de los grandes teatros romanos, y su cávea tenia una capacidad de entre 15.000 y 20.000 personas.
Se levantó sobre el lugar donde se ubicaba tradicionalmente el anterior teatro provisional, ya que antes de éste, no había teatros construidos en obra. Presenta dos órdenes de arquerías, sobre las cuales levanto el arquitecto Peruzzi el palacio renacentista Savelli-Orsini, varios siglos después.
Originalmente, la fachada de travertino de más de 30 metros, contaba con unas cuarenta arcadas, que enmarcaban columnas dispuestas en tres pisos, siendo los dos primeros de orden jónico y dórico. Se estima que el tercero sería un ático cerrado con columnas corintias.
También se piensa que la sobriedad del Teatro de Marcelo se aprovecho como prototipo del Coliseo.
En su inauguración, el emperador Augusto tuvo un pequeño contratiempo al ceder su asiento y caer de espaldas. El teatro sufrió distintos daños al producirse un incendio primero, y posteriormente durante las luchas entre Vitelio y Vespasiano.
Al final quedo abandonado en el olvido en el siglo IV, para ser utilizado como cantera, como otros tantos antiguos edificios romanos. Con el tiempo paso a ser una fortaleza a mediados del siglo XII, salvándolo de más derribos.
Acabaría perteneciendo, primero a la noble familia Savelli y finalmente a los Orsini.