La vía Appia Antica o vía antigua de Roma, es el que seguramente sea el camino romano con mayor historia, es por ello puede ser interesante dar un paseo a lo largo de la Vía Appia Antica.
Vía Appia Antica o vía antigua de Roma
Esta extensa calzada romana debe su nombre al magistrado que la construyo, Appio Claudio, y llego a ser considerada la reina de las calzadas, debido a que llego a tener unos 530 kilómetros. También se la conoce como la Regina Viarum.
En aquella época se debían emplear casi una quincena de días para recorrerla. Primero se levantó para unir Roma con Capua, y posteriormente se extendió hasta Brindisi, conocida como la puerta de oriente. Su trazado era casi rectilíneo y comenzaba cerca de las termas de Caracalla.
Para su ejecución se emplearon modernas e innovadoras técnicas, como las circunvalaciones que servían para sortear poblaciones, o grandes obras de ingeniería para superar distintas dificultades naturales.
Además, tenia la suficiente anchura para que pudieran pasar carros en ambos sentidos, y se encontraba pavimentada gracias a losas de basalto, que terminaban en aceras de tierra batida. Cada diez millas aproximadamente, se situaban lugares donde poder parar a comer y a cambiar de caballos.
La Vía Appia fue un sendero de poder y muerte, y a través de ella se llega a las catacumbas de San Calixto, y a las de San Sebastián, además se pasa por la pequeña iglesia Quo Vadis.
Para poder ver las zonas en mejor estado de conservación de la Vía Appia Antica hay que salir más allá de la muralla Aureliana y dar un buen paseo o acercarse en autobús. Además si te adentras un poco en ella, se puede visitar la tumba de Cecilia Metella, que es el mausoleo más importante y mejor conservado de esta arteria.