Salimos en esta cuarta etapa de Hornberg y dejamos atrás la línea del ferrocarril de la Selva Negra, que representa uno de los puntos más atractivos de la comarca.
La misma nace desde la orilla del famoso río Rin, en la localidad de Offenburg y va subiendo hacia los valles de los ríos Kinzig y Gutach en dirección a Triberg.
Desde ese punto continua la vía hacia el sudeste para pasar por Hohentweil, tras realizar un recorrido de unos ciento cincuenta kilómetros y cruza unos cuarenta túneles, surcando gran parte de la Selva Negra.
Este simbolizo un importante proyecto ferroviario del segundo tercio del siglo XIX funcionando con trenes a vapor hasta principio de los años sesenta, luego se usaron trenes con locomotoras de gasoil y actualmente se usan trenes eléctricos, aunque mantiene gran parte del encanto de una histórica línea del ferrocarril de la Selva Negra, que atraviesa bellos y verdes paisajes y bonitas poblaciones.
Vamos a Triberg, lugar que estaba dentro de los dominios de los señores de Hornberg, y que se dedico en el pasado a fabricar relojes.
Cuenta con un hermoso entorno y podemos visitar por aquí algunas localidades próximas como Schönwald y Schonach. También esta cerca la población de Wasserfall, donde es recomendable dar un paseo junto a las cascadas del río Gutach y acercarnos hasta la iglesia de María in der Tanne o Nuestra Señora de los Abetos, visitado santuario de la Selva Negra.
Seguimos nuestro camino hacia el sur pasando por Furtwangen, cercano ya a las fuentes del Danubio, viajamos a través de praderas y bosques, y aquí hay un interesante museo de la tradicional relojería de la zona.
Se puede visitar tras una pequeña excursión en dirección noroeste la cercana fuente del Breg, que cuentan es el nacimiento del caudaloso y famoso río Danubio.
Continuamos con nuestra Ruta por la Selva Negra avanzando hacia la ciudad de Friburgo, pasando por St. Märgen, donde llama la atención su antiguo priorato románico que fue restaurado en el siglo XIX.
También podemos visitar la localidad de St. Peter, famoso en esta zona por su bella abadía benedictina de altas torres que reinan en el entorno, y que tiene una valiosa biblioteca que merece ser vista.
Seguimos con esta etapa dirigiéndonos a la montaña de Kandell, que con mil doscientos cuarenta metros de altura nos brinda una maravillosa panorámica de buena parte de la Selva Negra, así como del valle del Rin y de Los Vosgos.
Desde este punto descendemos hasta Waldkirch a través de una bonita carretera rodeada de grandes abetos, hasta llegar a este pueblo donde destaca un castillo en ruinas, la iglesia barroca de Santa Margarita y la vieja plaza del mercado.
Por esta zona y alrededores también veremos impresionantes casas antiguas, está el museo de arte y cultura del valle del Elz, un pequeño zoo y otro museo en este caso de órganos que en el pasado se fabricaban allí.
Además, hay un coqueto lago por el que podemos dar un paseo antes de continuar nuestra Ruta por la Selva Negra, por buena carretera hasta la ciudad de Friburgo, que esta a pocos kilómetros.