Viena es una ciudad con un eficiente sistema de transporte público, con líneas de tranvías, metros, autobuses y trenes que nos llevan a cualquier punto de capital austriaca.
Transporte en Viena
Para movernos en su red de transportes, debemos comprar los billetes antes en un estanco, llamados tabak-trafik, o bien en las estaciones de metro en las maquinas expendedoras, además de en alguna recepción de diferentes hoteles.
Siempre que usamos un medio de transporte, debemos validar los billetes en el momento, en los tranvías se hace en unas cajas que vemos en el mismo vagón, en el metro (U-Bahn) y tren antes de subir, y en los autobuses lo hace el mismo conductor.
Hay billete sencillo, por horas, para una semana y también podemos usar la práctica “Viena Card” que sirve como el abono de 72 horas y además va acompañada de descuentos en entradas a museos y otros beneficios.
Además hay otras modalidades de billete, que allí mismo podremos ver y evaluar cual nos interesa más. El metro es muy práctico, si bien prefiero el tranvía por ir viendo por donde recorremos la ciudad. También hay que destacar que existen autobuses nocturnos, y para los más románticos siempre se puede dar una paseo en un carruaje de caballos.
Por último hay que decir que existen puntos de alquiler de bicicletas, para dar un paseo en bici por Viena, como otra alternativa de transporte.