Dedicado a la diosa Atenea, el impresionante y majestuoso templo del Partenón corona la Acrópolis.
El Partenón
Este magnífico edificio que se halla en la zona más alta de la roca sagrada de la Acrópolis, representa la obra maestra del arte griego y se erigió en el año 438 a.C., por expreso deseo de Pericles, que quiso con él, simbolizar el esplendor de Atenas en esa etapa.
La obra estuvo bajo la dirección de los arquitectos Ictinos y Calícrates, y duraron sorprendentemente sólo nueve años. Se construyo sobre un antiguo templo y en la cella de su interior se alzaba la grandiosa estatua de Atenea Parthenos.
Desde su concepción inicial se busco la perfección y el mayor refinamiento en todos sus elementos. Fue construido plenamente con mármol pentélico, en sus frentes exteriores se disponen 8 columnas dóricas estriadas, y el peristilo o galería de columnas que rodea el recinto, cuenta con 46 columnas en total, 17 en cada uno de los laterales.
Estas son de una altura de unos diez metros y casi dos de diámetro. Las de los laterales tienen la diferenciación de poseer un mayor grosor central, y las de los ángulos son ligeramente convergentes, neutralizando así el efecto óptico producido por las largas líneas horizontales. De esta forma denominada corrección óptica, se consiguió que se viera de manera perfecta desde cualquier ángulo.
Las columnas sustentaban el arquitrabe, el friso y los frontones. El friso que recorre el exterior, estaba decorado con casi un centenar de metopas que trataban diferentes temas, como los mitos atenienses, etc.
El poder estar junto a este histórico edificio es impresionante, tanto por su gran belleza, como por lo que significo en la etapa de máximo esplendor de la cultura ateniense en el siglo de Pericles.