Otra de las maravillosas joyas que se encuentran en el Vaticano, es sin duda alguna la Capilla Sixtina, una de las máximas cotas del arte mundial.

Capilla Sixtina
Fue el papa Sixto IV quien ordenó la construcción de este tesoro artístico cumbre del renacimiento, y es a él a quien se debe su nombre. Se construyo al reformar la antigua capilla magna, sobre el año 1480.
Además de por su riqueza artística, se conoce mundialmente a la Capilla Sixtina por ser el lugar donde se lleva a cabo el cónclave para elegir al nuevo papa. También se celebran en esta sala la coronación de los pontífices.
Su forma es rectangular, con unos 40 metros de longitud, algo más de trece metros de anchura y casi 21 de altura. Suele estar abarrotada de gente, y hay vigilantes que te piden no hacer fotografías, y estar casi en silencio.
Sus paredes se decoraron con las historias de Moisés y de Cristo, varios retratos de pontífices, y unas falsas cortinas. Los pintores que comenzaron su decoración fueron Botticeli, Perugino, Ghirlandaio y Rosselli, entre otros.
También se decoraron el coro y el escudo pontificio, que se halla sobre la puerta de entrada. Más adelante se decidió cambiar en parte la decoración de la Capilla Sixtina, y se encargo la misma al genial Miguel Ángel en 1508.
El fue quien pobló sus techos y sus paredes con sus magníficos frescos, en sus pinturas se reflejan diferentes escenas como el Génesis, la vida de Noe, laceración y caída del hombre, las cuatro pechinas, la llegada de Cristo o el famosísimo Juicio Final que se encuentra en la pared del altar, con Jesús en actitud de juzgar con el brazo levantado.
Todos sus frescos son de una belleza extrema, allá donde miremos, nos quedaremos prendados de tal explosión de arte en su máxima expresión, que nos costará abandonar la sala.
Como dijo Vasari de Miguel Ángel, “Aporto a la pintura el beneficio de unas claridades, que bastaron para iluminar al mundo hundido, desde hacia siglos en tinieblas”. Su visista no te deja indiferente, aún haber visto tanto arte antes de llegar a ella, será una visita para recordar.