La Alhambra: es el monumento más emblemático de Granada, de un esplendor y belleza extraordinaria que encandila nada más verla, su significado en árabe es “la roja”.
La Alhambra
Su nombre procede del rojizo color de sus muros, que se debe a la arcilla del propio terreno. Levantada sobre la colina de al-Sabika, con el río Darro a sus pies y frente al barrio del Albaicín, de la Alhambra se tiene constancia en el siglo IX, momento en el que se uso como refugio la Alcazaba.
Tras incorporarse el castillo de la Alhambra al recinto amurallado de la ciudad en el siglo XI, fue Mohamed I quién fijo en ella la residencia real en el siglo XII.
Termino su recinto amurallado Mohamed II, y la mayoría de lo que hoy se conserva es de las etapas de Yúsuf I y Mohamed V. Al primero le debemos el Palacio de Comares, los Baños, además de la Puerta de la Justicia y la de las Armas. Del segundo queda la reforma de dicho Palacio, y sobre todo el innovador Patio de los Leones.
Desde la conquista de Granada hasta la actualidad ha sufrido distintos cambios en parte del conjunto arquitectónico, como el Palacio de Carlos V. A partir del siglo XVIII la Alhambra quedo en el olvido y estuvo prácticamente abandonada hasta que ya en el siglo XIX, fue ocupada por tropas napoleónicas que minaron parte de la fortaleza en una retirada.
Hasta finales del siglo XIX no comenzó a rehabilitarse, y su más importante restauración y reparación fue la que llevo a cabo el gran arquitecto Leopoldo Torres Balbás, entre 1924 y 1936, quedando la imagen que hoy mantiene esta auténtica joya para el viajero.
El mismo Leopoldo dijo que la Alhambra se asemejaba a “un gigantesco barco fondeado entre la montaña y la planicie”.