En tiempos de Pisístrato, y con motivo del culto a Dionisio, se ordenaron llevar a cabo las primeras celebraciones en su honor.
El Teatro de Dionisio
Estas ceremonias comprendían representaciones de mimos, danzas y otros juegos musicales, que significaron las primeras manifestaciones teatrales en Atenas. Primeramente fue un humilde templo, luego se instalaron graderíos de madera, hasta que con el paso del tiempo se levantó un gran anfiteatro de mármol.
Contaba con unas 78 gradas con una capacidad aproximada para 17.000 personas, y los atenienses acudían en masa a disfrutar de las obras de teatro. Además en su etapa de mayor esplendor se separaba el teatro del templo con una gran estructura de madera.
Para disimular la escena de la parte exterior, había un pórtico de columnas. Como siempre ha habido clases, la primera fila de las gradas estaba reservada tan sólo a los atenienses ilustres, con cómodos asientos de mármol, en su mayoría aún conservados y un altar central consagrado a Dionisio.
Rodeada por éstos, se situaba la orquesta donde se situaba el coro, y entre los dos un pasillo, que servia de protección en los combates de gladiadores en tiempos romanos.
La importancia histórica del Teatro de Dionisio es grandísima, ya que en el se representaron obras de mucha relevancia, como legendarias tragedias de Sófocles, Eurípides, Esquilo, o Aristófanes entre otros.
Es un lugar imprescindible de visitar y admirar en toda su belleza.