Ubicada frente a la Acrópolis, la roca de Areópagos estaba dedicada al dios Ares.
La roca de Areópagos
El nombre de este lugar proviene del célebre consejo aristocrático o tribunal supremo, que se reunía en este enclave hasta la caída del imperio romano.
Éste se encargaba principalmente de supervisar el gobierno de Atenas, y actuaba como tribunal en los delitos de sangre.
La roca de Areópagos, es también muy conocida, porque fue donde el apóstol Pablo predico el evangelio ante los atenienses, diciéndoles “lo que adoráis sin conocer, eso os vengo yo a anunciar”. Por este motivo, se puede ver una placa conmemorativa que narra este hecho.
Otra cosa a destacar son las llamativas vistas que desde esta colina se disfrutan, tanto de las ruinas del Ágora hasta del barrio de Plaka, y otros lugares como el Observatorio Astronómico o la Basílica de Agía Marina.