Fueron los Reyes Católicos los que fundaron en 1492 en Santa Fe, el Monasterio de San Jerónimo, aunque se traslado inmediatamente a Granada.
Monasterio e iglesia de San Jerónimo
Al igual que la Catedral, Diego de Siloé fue el encargado de las obras que se finalizaron por 1547. Para su construcción, se empleo piedra de la puerta árabe de Elvira.
La planta es de cruz latina en una sola nave y son especialmente llamativas sus impresionantes bóvedas, decoradas con casetones. Cuenta con dos claustros, uno gótico con capiteles de figuras fantásticas obra de Siloé, y otro que es más pequeño y destinado a la rigurosa clausura.
En el exterior del edificio sobresalen sus imponentes contrafuertes y escudos en honor al Gran Capitán, personaje histórico que reposa en esta iglesia, con guerreros a los lados de éstos que también llaman la atención.
También es sugerente el hermoso retablo de la capilla mayor que se extiende hasta la bóveda, y que exhibe tallas de gran valor.